Al principio esta recomendación de definir objetivos, sin apegarme a los resultados me pareció difícil de entender.  Si mi deseo es lograr un resultado, entonces ¿cómo es posible evitar sentir esa inclinación por mantenerme fiel y unido a lo que deseo lograr?

Y en todo caso, ¿cuál es el objetivo de evitar el apegarme a los resultados?

La mente humana tiene una capacidad increíble para imaginar y crear, pero ¿que pasa si consideramos que solamente seremos felices si logramos tal o cual resultado?

  • Por principio de cuentas estaríamos posponiendo o aplazando nuestro felicidad, condcionándola a un resultado específico. Cabría entonces la siguiente pregunta: ¿si no logramos tal o cual resultado no seremos felices?
  • El estar apegado al resultado nos evitaría disfrutar el proceso, aprender de él, enfocarnos en cada una de nuestras actividades, y el sentir que día con día logramos satisfacción al ir dando pasos seguros y confiados  hacia lo que deseamos.
  • Por otro lado nos estaríamos cerrando a la libertad creativa, limitándonos a lo que nosotros podemos imaginar, sin abrirle la puerta a otras oportunidades o personas que nos pudiesen llevar a lograr algo mejor de lo que habíamos imaginado.
  • Al apegarnos a los resultados y al presionarnos o estresarnos  si las cosas no salen exactamente como lo habiamos planeado, gastamos mas energía al resistirnos al flujo de los acontecimientos, de tal forma que no aprendemos de ellos. Podemos incluso llegar a sentir que no hay suficientes recursos para todos  y que por lo tanto es necesario competir por esos recursos, llámese clientes, dinero, o una relación amorosa.

Quiero creer que cuando utilizas tus talentos únicos y tienes un propósito genuino de servir a los demás, lo que deseas te va a llegar cuando estes listo para recibirlo.